EN UN MOMENTO
el sol
prendió
la línea virgen
del eclipse.
Se escondieron los brillos
que rizaban el agua.
Huyeron las olas.
No quedó más
que el rumor
a sal
que se desliza
poco a poco.
En un momento
la inmensidad,
el mar.
Y las alas de tus besos.
(De «De mar y amor» 1993)
FOTO Y TEXTO: Manuel Belda
Eres un océano, granuja
Escribo esta nota, a mediados de octubre, bajo el cielo contaminado de Madrid. Y me parece como si el verano, de cuando Manuel Belda escribió sus versos… sigue activo. Lamentablemente nosotros no todos podemos emigrar, como hacen bien las aves por instinto para supervivir. Ahora Manuel nos escribe desde China, porque él si ha podido emigrar momentáneamente. Me dice que no tiene acceso a su Blog, y lo siente huérfano desde la lejanía. He vuelto a entrar en EL TRAGALUZ, y lo veo tan ordenado como es su autor. Afortunadamente su poesía no se ha resentido por la ausencia, y seguramente, al regreso, ilustrará a todos sus seguidores desde esta ventana; pero con paisajes todavía más hermosos, lejanos, distantes, a donde antes no podían ir mas que las aves; ahora, afortunadamente, el poeta utiliza las alas de su poesía para traernos aires nuevos, sus fotos, y tal vez una renovada y atractiva literatura. Feliz viaje Manuel.